domingo, 8 de noviembre de 2020

Primera semana de noviembre

El arco Chunin de Naruto es energía pura. Y la serie logra algo muy curioso como shonen: los malos se sienten malos. Tipo, las peleas con Sabuza u Orochimaru se sienten realmente como que quieren matar a los protagonistas. Al menos de momento. 

Espacio Profundo Nueve llego a una etapa que es bipolar: un capítulo comédico y feliz, y otro que te arranca el corazón del pecho. Me encanta.

Es muy interesante y demoledora la deconstrucción que realiza Martínez Estrada del Facundo. Pero, de vuelta, estamos leyendo el mismo libro desde otro ángulo: Facundo es Facundo, Multitudes Argentinas es Facundo pero positivista, El Payador es Facundo nietzscheano pero sin terminar de entender a Nietzsche y Radiografía de la Pampa es Facundo pero nietzscheano-freudiano y pesimista. Lo bueno es que aparentemente la recursividad del gaucho del Facundo termina luego del peronismo.

Averroes presenta una misma tesis de religión y filosofía buscando lo mismo pero por otro ángulo que presentaba ya Alfarabi. Más que eso, nada me llamó mucho más la atención.

Me vi la última del Señor de los Anillos, el Retorno del Rey. Si bien sentí que la trama del asalto final sobre Minas Tirith y todas las batallas campales me hacían en pensar en "vaya que conveniente" (que de alguna forma no sean masacrados todos en el primer asalto de asedio del objetivamente superior técnicamente ejército orco, que la caballería de Rohan sea imbatible ante el ejército orco y el ejército árabe -perdón, el ejército signado como asiático-, que Aragorn reclute al ejército fantasma y que las águilas gigantes decidieran aparecerse para pelear contra los nazgul), vale por sí sola en base al Cristo que tienen que sufrir Frodo y Sam. Sobre todo en el aspecto de las experiencias traumáticas. Me recuerda a cuando en Tokyo Ghoul Kaneki se vuelve incapaz de disfrutar la lectura luego de volverse Ciempiés o cuando en El hombre en el castillo alto el nazi no responde porque ya no es capaz de navegar. La experiencia traumática es tan fuerte que lo deja a uno roto.

Pero en base sólo a las películas (quién sabe, quizá en los libros es Cicerón el tipo y yo no idea porque vi los resúmenes de Jackson), puedo ver un poco porqué crítica Martín a Tolkien. Porque sí, Aragorn es un gran guerrero, un hombre noble y tiene la sangre de los reyes que pusieron a toda la Tierra Media en este problema para empezar (okey, quizá convenga dejar eso afuera), pero, ¿realmente eso lo califica para gobernar? O sea, discúlpenme la crueldad, pero como dijo Monty Python: "Una espada no es la base de un sistema político".

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