sábado, 18 de diciembre de 2021
El horizonte del 2022
jueves, 18 de noviembre de 2021
Post-Mortem Elecciones Noviembre 2021
2. Queríamos todos algo un poco más "wow".
3. En cambio diría que todos nos quedamos un poco con las ganas.
4. Fueron unas elecciones que fueron el contrario a las previas.
5. Las Paso de Octubre fueron climáticas, en el sentido de que pasó de todo.
6. Fueron números impactantes, en los que el FdT perdió casi todo el país, el macrismo parecía haber resuelto una guerra civil partidaria y haberse posicionado sobre el cuadrilátero y extrema izquierda y derecha sorprendían, con Milei imponiéndose políticamente en CABA y Vilca -del otro lado de la ventana de Overton- en Jujuy.
7. El albertismo quedó roto y mal parado y al día siguiente Cristina básicamente puso el puño en la mesa y amenazó con voltear el gobierno.
8. Hizo llamar la vieja guardia.
9. Manzur, Filmus, Paladín Oscuro Anibal Fernández.
10. "Mira, reuní a la banda."
11. Pero muchas cosas nos causaron indigestión -la innecesaria trifulca Anibal-Nik, que Guzmán siguiera siendo ministro de economía, el regreso de Gabriela Cerruti- que era comprensible que creyéramos que la llamada había llegado tarde, que el gobierno iba a perder con aún más fuerza en el país.
12. Además, ¿vieron esa campaña? Diría que se lo tomaron con soda pero en vez de beber vino, tomaron jugo de uva. De polvo.
13. Pero luego uno se acuerda de algo: la política no está en Twitter, en Twister Sister, en el infierno que es el totro.
14. Nos quejamos todos de que no queremos mano dura pero la verdad es que la mano dura es algo que pide una parte importante del electorado así que evidentemente Anibal fue una elección adecuada.
15. No me malinterpreten, no quiero gatillo fácil. Pero yo no hablo por el pueblo argentino.
16. El voto argentino habla por los argentinos.
17. Y ese voto le aumentó los numeritos al kirchnerismo lo suficiente como para tener un control importante -aunque no total- de ambas cámaras legislativas.
18. Yo no estoy muy seguro de si era necesario o no liberarlo todo, pero Manzur fue, lo vio y lo hizo.
19. Y de vuelta, los numeritos.
20. "¿Qué acabas de ver Lisa?"
21. Y me dirán, con razón: clientelismo, compra de votos, obras de último momento, regalo de electrodomésticos.
22. No diré que no, diré que la teca. La cosa.
23. Nuestro sistema político y republicano permite esas cosas y de hecho diría que es la única forma coherente de hacer política con el objetivo de ganar elecciones contando con cuatro años de mandato.
24. Para mí la presidencia debería de ser de cinco años. Esto lo digo todo el tiempo y es porque es algo con sentido: un año para que el gobierno se aclimate al estado actual del Estado, que aprenda a jugar con sus resortes y el Estado de ellos; un segundo año para que intente sus reformas de largo plazo; luego un años dedicado a las elecciones, un cuarto año enfocado a ver que es lo que puede cambiar o mejorar luego de los resultados de esas elecciones; y por último, elecciones ejecutivas finales.
25. Pero eso demanda una cosa: matar las Paso.
26. Pensé que todos queríamos renunciar a lo inútil dentro del gasto estatal, ¿por qué no esto?
27. Que los partidos voten internamente a quien quieran y listo, otra cosa mariposa.
28. Y de paso segunda vuelta también, por favor.
29. Ahora, ¿qué fue lo importante de estas elecciones?
30. Milei es un asunto porteño y como mostró el debate con Santoro, Vidal y Bregman, discursivamente da que desear.
31. Y va a ser político en diputados. Donde lo que más va a tener que hacer es hablar. Con gente que en su mayoría esconde mejor su adicción a la cocaína y que no están manija a niveles altísimos todo el tiempo. Teniendo a Massa de presidente de cámara de diputados.
32. No me malinterpreten, quizá tenga un impacto como alguien que no usa eufemismos. O quizá sea un payaso.
33. Estoy muy alejado de Jujuy como para decir algo constructivo sobre Vilca, así que: mucha suerte, la va a necesitar.
34. El macrismo creía que había terminado con su guerra civil luego de sacar semejantes números en las Paso. Ahora parece que van a rasgarse los cuellos entre sí, sobre todo gracias a la aplastante victoria de Juez en Córdoba, demostrando que facción Bullrich es una fuerza que temer.
35. Porque sí, Vidal tiene CABA. Pero Bullrich tiene Córdoba. Y ambas, en votos, se empatan.
36. Y como el FdT pudo reconstruir su figura en Provincia, quizá en dos años dan vuelta la situación y la ganan para 2023.
37. Las dos derrotas realmente importantes fueron el FDT perdiendo Santa Fé -que en realidad ganamos sorprendentemente- y el schiarettismo sacando unos números parecidos a los que el FdT lleva sacando desde hacer veinte años.
38. Esto último habilita la posibilidad de que el PJ se termine de pelear entre sí por quien se parece más a Perón y cierre filas finalmente contra JxC.
39. Eso es lo que más explica el bajón de JxC y el júbilo de FdT: la posibilidad de que el PJ cordobés se amigue finalmente con el kirchnerismo. Que la Yegua y Schiaretti lleguen a un acuerdo.
40. Pero lo que más preocupa es un gatillazo conservador dentro del FdT.
41. Este ya se dió, temo porque se intensifique más de lo que ya está dado.
martes, 19 de octubre de 2021
Mi problema con escribir literatura
¿Es el ensayo-artículo literatura? So. No, no lo es. Bah, sí. Bueno, no. Digo, este empieza así y esto no es un lenguaje "profesional" propio de la literatura académica, sea papers o libros, así que ¡DING!, punto para el lado literario. Pero, cómo decirlo.
Canción de Hielo y Fuego son hasta ahora 5 libros que juntos deben ser ya unas 5000 páginas. Uno de los principales temas que trata es sobre el cómo gobernar en la edad media, hasta que punto conviene ser implacable y hasta que punto conviene ser honorable. "Hielo" y "Fuego" señala esa oposición de extremos: hacer lo correcto y hacer lo necesario, que pueden terminar en el exceso de hacer algo moral pero poco prudente y hacer algo cruel que parezca una solución rápida pero solo termina en desastre a gran escala.
Bueno, El Príncipe de Maquiavelo también es un pseudo manual del gobierno medieval . . . Y dura unas doscientas páginas y moneda si la edición es muy buena. En una Conferencia a Freud le debe tomar exponer su concepto de trauma en, no sé, diez páginas. El Cazador entre el Centeno son unas 200 páginas.
Imaginense que alguien quiere hacer una historia que trate las tesis del Capital. De sus tres tomos. Sin dejarse una. Debería crear la narrativa y los personajes y el mundo y crear un paisaje en la cual las contradicciones del capital se van desarrollando mientras destruyen los sistemas previos y explicar porqué esos sistemas colapsaron con personajes que representen justamente las fallas de esos sistemas y además no puede ser solo de tipos contando la plata porque nadie quiere ver una historia en la que nadie tenga un fantasma de emocionalidad porque no somos androides. Como podrán ya hacerse la idea semejante obra sería muy larga. Tollkien quería expresar el sentimiento de las antiguas épicas de antaño y cuando quiso publicarlo le dijeron que era una mastodonte literario y que había que fraccionarlo.
Mi gran tesis respecto a lo que es un ensayo y lo que es una obra literaria -teatro, prosa, poesía, comics, film y videojuego- es que ambas tratan un tema. Matrix y Apología sobre Raimundo Saibunde son dos obras que tratan el tema del escepticismo. De maneras muy radicales porque las Wachowski y Montaigne además tratan otros temas distintos y ni siquiera es este el tema central de ambos textos mas está ahí. El tema es que si quiero hablar en un ensayo sobre, no sé, el silencio de Dios puedo escribir sobre lo que pienso del tema directamente. Puedo exponer. Pero en la literatura exponer directamente dejó de estar bien visto hace al menos cien años, así que no, debo craftear toda una trama y todo unos personajes y dirigirlos a dar una explicación de porqué ese tema se expresa. Puedo describir la depresión en un ensayo en un párrafo directamente y luego extrapolar de ella que puede provocarla y cómo solucionarla pero si escribo una nouvelle tengo entre sesenta y cien páginas para crearme un sujeto del caos mental que exprese todo lo que diría en el ensayo y debo currarmelo bien.
Pero mi principal problema es completamente personal y es que cada semana, es más, cada día quiero escribir algo distinto y tengo tanta disciplina para lo a largo plazo como el Imperio Español. Una semana es una de terror, luego es una de espías, otra de super héroes, luego un Juego de Tronos pero que ocurre en una versión medieval y fraccionada de la Argentina. Todas grandes ideas pero no tengo la espina para lidiar con ellas porque me hago la imagen fácilmente pero pasarla a texto me da fiaca. A menos que este en el contexto de una actividad obligatoria del tipo escolar -como la que acabo de tener hace cinco horas- no puedo, no me sale. Si alguna vez me metiera en la locura de escribir literatura debería pagarle al editor para que me venga a llenar la cara de dedos en caso de no enviar un capítulo cada puta semana.
Aunque seguramente, lo que falta es el factor Bukowski. No se escribe por tener tiempo se escribe por tener algo. Por ser profundamente autodestructivo, por tener miedo a la bomba atómica, porque un chico malo te rompió el corazón, porque tuviste que exiliarte de tu país, porque tuviste hijos, porque luchaste en las trincheras, porque tu hijo es autista y querías contarle historias, qué se yo. Algo debe querer salir para que sea pasado a escrito y en caso de la literatura eso simplemente no me pasa.
viernes, 8 de octubre de 2021
Chainsaw Man
1. El autor, Tatsuji Fujimoto, dijo que a él no le da asco matar personajes. Lo que haga avanzar la trama es lo que debe pasar.
miércoles, 22 de septiembre de 2021
Lo edgy, o lo intenso
Parte I - Aristóteles
Así que, ¿es Macbeth edgy? ¿y Edipo Rey? ¿No hace falta que haga esta misma pregunta sobre Batman, no? Okey, esta es una pregunta medio rara. Porque el tema es raro. Verán, pasa que cuando uno quiere describir la cualidad de algo, lo que hace que ese algo sea algo, uno se encuentra con problemas. Acá tratamos de definir una categoría estética, puesto que es una propiedad que existe solo en entidades artísticas y no en seres naturales. Digo, nos puede parecer heavy metal un cuervo o una mantis religiosa o una serpiente, pero pasa que en realidad ninguno de esos animales son heavy metal, es algo que les acotamos idealistamente desde afuera y no algo que existe en ellos. Con el arte no es así porque en un principio todos concordamos en que la comedia debe ser graciosa y el terror debe ser aterrador, pero en las variaciones está el cómo y responder el cómo es definir la ontología de esas subespecies.
Definir la ontología -esto es, la cualidad de ser de algo- es difícil. Siempre está el primer grado ontológico -el ser como tal, que Heidegger dijo que la filosofía se había olvidado desde la antigua Grecia a pesar de que el neoplatonismo medieval se cansó de tratar el tema-, la propiedad cero: todas las cosas que son, son, "tienen" el ser. Y luego está lo óntico, los detalles, lo propio de la cosa. Y ahí empieza el problema.
El ejemplo clásico es la silla. ¿Cuáles son las cualidades ónticas de la silla? Bueno, primero está la forma: digo silla y piensan cuatro patas, aunque bien puede ser de dos patas que son largas, o una de la que se separan otros palos con rueditas. Puede ser solo de madera o puede tener almohadones. Distinguir entre un banco y silla y qué hace que uno sea un banco ya nos mete en un desastre. Podemos decir que banco, silla y silla de montar todas comparten ser asientos y objetos inventados. . . hasta que cae la escuela holandesa de la ontología de los artefactos y te pregunta: ¿si me siento en una mesa, eso la hace asiento? o, ¿si me siento en la rama de un árbol, eso lo hace asiento?
Llegado a este punto de la partida quieren cometer homicidio calificado contra mi persona, lo que es comprensible. La metafísica es mucho más interesante cuando habla sobre causalidad y dios y el alma y el libre albedrío y no cuando habla de si una piedra medio afilada, una motosierra y un rifle hecho para la caza animal son o no armas. Pero es importante ese tema porque si uno mete la cualidad "ser cristiano" entre las cualidades que definen "buen ciudadano" se arma un quilombo de la gran fruta. Más bien, de la gran verdulería.
Si yo digo edgy, ustedes piensan en personajes que buscan venganza, que visten de negro, tienen una ética muy cuestionable, un pasado muy violento que los autores ponen ahí para justificar lo que hacen y que sintamos compasión por ellos, que protagonizan momentos que tienen la intención de ser facheros/basados/increíbles -y que, dependiendo del autor, dan vergüenza ajena o no-. El tema, como verán y como voy a tratar de hacer claro en partes es que donde uno decimos que es edgy y otro decimos que es basado en realidad comparten muchas cualidades. Un caso del estilo es diferir Alien de un slasher reaganista del '80. En fórmula hay mucho parecido: fuerza imparable va matando a personas una a una de forma implacable salvo por una persona que al final "sobrevive". Hay diferencias, sí -como que Alien es una buena película-, pero de momento dejen un pin en esto, volveremos al final.
Comparemos algo que todos acá vamos a estar de acuerdo que es edgy con algo que para mí si extrapolamos por parecidos lo es también pero no lo decimos en vos alta: Tokyo Ghoul y Berserk. Oh, ¿no me creen? Bueno, hagamos carpeta. Muchos personajes de Berserk tienen también pasados violentos o crueles que la historia hace un breve énfasis en decir "Son por esto". Gatsu, Griffith, el Sultán Ganesha, Farnese. ¿Violencia gratuita? Bueno, Tokyo Ghoul tiene canibalismo por todos lados, en Berserk las chances de que te asalten sexualmente son una a tres. ¿La ética es más bien gris tirando a negro? Bueno, sí. Convengamos que Farnese quemaba gente como Pedro -¿o debería decir Torquemada?- por su casa y después la historia está en plan "No, unite a la build del héroe, no pasa nada conque fueras el brazo opresor de la Iglesia". Tokyo Ghoul hace algo parecido con personajes como Tsukiyama, pero como podrán ver mi objetivo no es justificar que Tokyo Ghoul es edgy porque parto de la premisa de que ustedes concuerdan con eso. ¿Pero gente diciendo que Berserk sea edgy? Hmm, no, eso no lo escuche. La razón por la que en parte me gusta más el anime del '93 que el manga es que, primero, es casi una historia completa y, segundo, tiene un 80% de violencia sexual menos porque en el fondo no agregaba mucho a la historia.
¿Es esto yo diciendo que Berserk es malo? No. Porque para empezar nunca dije que porque algo fuera edgy me pareciera malo. Las historias son como son y a veces sus componentes son necesarios para que sean como sean. The Walking Dead es edgy y me gusta, Death Note es edgy y me parece que raya en lo subnormal, DS9 para el universo Star Trek era comparablemente más edgy y por eso fue la mejor pero la primera parte de Discovery me pareció de mal gusto, las Precuelas son un punto medio entre tema de Linkin Park y película de Adam Sandler y por eso son la mar en coche mientras que la Trilogía Original no sabe a nada porque su edgy es "Nazis IN SPACE" y el mejor actor es Harrison Ford -lo que no es bueno les recuerdo-.
Lo mismo pasa acá con Tokyo Ghoul y Berserk. La obra de Sui Ishida fue una importante de mi adolescencia, en la que pienso seguido pero que también se que en cualidad de ser la primera cosa del autor si vuelvo voy a encontrar cosas bastante desagradables por todos lados, así que no lo hago y me quedo en la alegría del recuerdo. Eh, es mí gusto culposo. Ah, y Berserk es una obra maestra. Esta ahí con Mob Psycho 100, Serial Experiments Lain, Evangelion, Monster, Vinland Saga. Puedo estar horas hablando de ellas. Pero lo cierto es que si partimos del plano "reconocer qualias" de lo edgy, ambas son edgy. Que quieren que les diga.
Parte II - David Hume
Pensémoslo desde otro ángulo. El causal. Como ya dijimos, una comedia funciona porque es graciosa. Pero el humor es subjetivo. Hay gente a la que le parece muy de mal gusto Casados con Hijos -esa era la idea pero bueno- y no se ríe y yo no tengo problemas con ello. Hay sketchs de Saborido y Capusotto que a veces no salen y no dan gracia sino vergüenza ajena. Para el análisis causalista el efecto es producido por lo que no puede eliminarse nunca en su proceso de generación, esto es, lo esencial de la causa para producirla. Piénsese la Primera Guerra Mundial. Sí, lo que provocó la guerra fue que Gavrilo Prinzip tuvo buena puntería y no se rindió hasta cumplir sus sueños juveniles pero la verdad es que el conflicto estaba ahí: todos los imperios querían los territorios de los demás imperios y solo hacía falta que una colonia muy tensionada elevara un par de grados para que empiece la temporada de guerra. Esto sería lo que llamaríamos el componente necesario.
Vayamos a otro ejemplo de dos personajes que he visto por ahí considerados como edgy. Gaara de Naruto/Shippuden y Lapizlázuli de Steven Universe. Es un caso interesante sobre todo porque la primer caracterización me parece correcta -si abro un diccionario y busco la definición de edgy/intenso voy a ver la cara de Gaara- y la segunda no.
Si me decís Gaara se me viene a la mente ese personaje que en su primera aparición tenía un instinto asesino elevado hasta el cielo. El chico quería sangre, mataba como quien no quiere la cosa. Y le gustaba y le fascinaba porque reducía su instinto asesino. Pienso el chico cuya primera y más importante lección de vida es que es un arma de destrucción masiva concebida solo por fines armamentísticos y que por eso nunca nadie lo iba a querer y que siempre iba a ser temido y odiado. Y sí, la serie luego avanza y el se vuelve el Kage y deja de querer matar todo el tiempo y estar siempre irritado y con sed de sangre para ser un tipo tímido y callado pero ese no es el punto. Es mucho más fuerte esa primera caracterización intimidante y pasada de rosca que el emo mudo que nos dejaron.
Esto es tan edgy como el petróleo es negro. Todos acordamos. Quizá su caracterización siguiente no lo fuera, pero para eso basta con todo el clan Uchiha. El peor clan de toda la serie.
Ahora, ¿Lapislázuli? Bueno, pasado triste tiene, pero todos concordamos en que pasado triste no basta para que algo sea edgy. Muchos personajes poseen un pasado trágico y no los definiríamos edgy. Es más bien algo de estilo, algo de sus actos y de sus actitudes. Lapislázuli vivió en una especie de prisión mágica por milenios para luego ser prisionera y luego convivir con su captadora en lo que es una analogía a la violencia de género. Ay las caricaturas para niños y sus temas tranquilos. Y si bien sí, su actitud es bastante emo no por eso diría que eso la hace un Gaara porque de vuelta no anda matando como Pedro por su casa ni parece gustar de la violencia. Guste o no guste, sigue uniéndose a las actividades infantiles de Steven y finalmente evoluciona hasta abandonar esa fase depresiva. Que un personaje esté en una fase depresiva no lo haría intenso: Crisis en Tierras Infinitas empieza con un Flash depresivo recorriendo el mundo en busca de una forma de revivir/encontrar a Iris solo para aceptar que le toca sacrificarse para salvar al mundo y da uno de los monólogos más conmovedores de la historia del comic de superhéroes. Y sí, dirán que estoy analizando todo en profundidad pero, bueno, si no les gusta este tipo de análisis no se que hacen acá. Pero si no basta con que haya componentes causales -actitud, contenido, pasado, justificaciones-, ¿Por qué cosas que analizadas son edgy y otras que si lo son no, reciben o no sus etiquetas correspondientes?
III - Wittgenstein
Todo este artículo no puede ignorar que edgy no conlleva una connotación positiva cuando, de vuelta, hay cosas que por necesidad debe ser edgy para ser lo que es. Regresemos al argumento de The Walking Dead. La historia es sobre el Estado de naturaleza, como ante la suspensión de la ley y el Estado entramos todos en guerra de todos contra todos. Quien surja y reimponga el orden solo puede terminar siendo el más fuerte pero si se mantiene en una lógica de conquista y violencia total no puede reinar (es lo que hace que el Gobernador, Negan y Beta pierdan pero no Rick). Pero TWD debe por estos componentes temáticos tener violencia extrema, personajes con los patitos en todos los continentes y tocar temas muy border porque quiere justificar la necesidad de un orden legal y lo que pasaría si no lo hubiera. Y ojo, no estoy justificando la tesis profundamente hobbesiana post-911 de TWD, no. Lo que digo es que para que sea lo que es no puede desentenderse de su categoría estética. Lo mismo para Berserk, que es una historia sobre como no importa lo imposibles que sean las condiciones de batalla uno debe batallar.
Como siempre, todo se reduce a juegos de lenguaje. Nada de esto son pilares resistentes, nada de esto es indestructible ni inamovible nada de esto de rígido. Si les dijera que hay una historia de un tipo que se recorre la tierra maldita donde las almas son atormentadas seguramente pensarían que es edgy pero en realidad hablo de al menos dos tercios de la Divina Comedia y ahí pasa a ser obra maestra de la literatura. Si les cuento de la historia de venganza de un príncipe contra su tío llevada a cabo por orden del fantasma de su padre o de un caudillo que toma el poder y para continuar su poder debe realizar cada vez más actos brutales pensarán también en algo edgy pero no son Hamlet y Macbeth y ahora piensan en pilares de la literatura inglesa y el teatro como lo conocemos. Y si digo millonario traumatizado que se viste como su fobia y lucha contra criminales dementes que bordean el terrorismo van a responderme con una foto de Shadow el Erizo pero en realidad hablo de Batman.
Pero lo bueno de los juegos de lenguaje es esto: son interrelaciones que se dan entre las cosas pero que no son eternas -pueden cambiar con facilidad- y no tienen el cariz pesado de la qualia metafísica o la causalidad. Hay Batmanes y hay Spidermanes y algunos son edgy -el de Allan Moore o Nolan para Batman o el de Strazcinsky para Spiderman- y otros no -el de Adam West o de la serie Brave and Bold para el murciélago y el original de Stan Lee o cualquier serie animada para Spiderman-. No hay acá cosas inamovibles, nada es inamovible. La física era una cosa muy diferente antes de Descartes y Newton y luego cambió con Einstein y Schrodinger y acá hablamos de ciencias acá, supuestamente sólidas como el titanio. Pero con tiempo o calor estructuras de titanio colapsan.
Bajo un planteo de juegos de lenguaje operamos con un marco diferente que permite desentendernos de operar buscando cualidades que marcar en una cajita. ¿Por qué Alien no es un slasher? Bueno, porque además de las cosas que comparte con Viernes 13, en otras difiere mucho. El asesino no tiene motivaciones malignas sino que actúa por instinto, el verdadero villano es una empresa capitalista que sabía lo que iba ocurrir y quiere desarrollar armas químicas, los protagonistas no son adolescentes horny que merecen morir por querer vivir su juventud sino space truckers que quieren ganarse el pan, la protagónica no sobrevive por ser virginal si no por ser tan implacable y buena sobreviviendo como el Alien. De vuelta, Alien es una buena película que no quiere bajar línea de derecha pero además es una obra de ciencia ficción que mezcla ciencia ficción pesada con nuestros miedos sexuales y sociales.
Macbeth es lo que hoy llamaríamos edgy porque las dos adaptaciones cinemáticas que conozco de ella son terriblemente edgy: una es un fundido sepia que parece pasado de rosca en dramatismo y el otro es el pelado de Patrick Stewart como caudillo militar con ametralladora en una guerra moderna. Todo sigue a lo que nos parece a lo que dice el pueblo. Vox Populi, Vox Dei, o más bien, lo que dice el discurso ahora es lo que es. Más que cerrarnos al etiquetado, diría que toca voltearnos en el análisis, en el consumo crítico de ver qué agrega lo que tiene y que no agrega. De vuelta, la violencia sexual en Berserk o en algunos comics de Allan Moore me parece que no agrega como si agrega en Silent Hill 2, porque en uno solo parece que está por el valor de shock y en el otro quieren hablar del daño que tiene en una mujer.
Aunque esto, como mi previo artículo sobre como la gente no capta temáticamente lo que el producto quiere decirles, es al pedo. La gente va a consumir como quiere, va a nombrarlo como quiere y concluira, probablemente mal, como quiere. Y esto es algo que los juegos de lenguaje admiten, porque se basan en costumbre y uso. Esto es: lo edgy es lo que llamamos edgy en el momento que decimos que es edgy.
lunes, 13 de septiembre de 2021
Conclusiones sobre las PASO 2021
2. El problema que tengo este año es que no tengo una serie buena leche para ver en este momento. Las únicas que tengo empezadas -y ahora en pausa encima- son Naruto -por consumo crítico- y Mad Men -por ver algo de calidad- y ninguna de las dos sirve ni para olvidarse del estado actual de las cosas ni para ponerme de buen humor.
martes, 17 de agosto de 2021
Naufrago: la Naturaleza y la Soledad
La aventura del naufragio es algo viejo. La inventa Dafoe a partir de la historia real de los náufragos Serrano (en un atolón del Pacífico más bien cálido) y Selkirk (en una isla considerablemente más fría del mar chileno). La clave de estas historias es la de un hombre de la civilización que se ve separado de ella, siendo escupitado en la naturaleza solo para poder superarla gracias a las herramientas que brinda la civilización. O, si nos ponemos los lentes negros anti-ideología (patentados por nuestro esloveno favorito), es la civilización europea imponiéndose al mundo salvaje (sobre todo América) gracias a su superioridad moral y sapiencial. Dos grandes contra-argumentos son conocidos a la historia de Dafoe. El primero es Los Viajes de Gulliver, en la que Gulliver también es un representante de la alta nata europea y tiene en la cabeza ideas parecidas, solo para ser domado por la realidad de que no solo hay lugares en los que uno sufre extremadamente entre gente "salvaje" sino que para algunas de esas gentes uno es el salvaje. Sale un humanitario de viaje y vuelve un cínico misántropo, para Swift la superioridad occidental es un mito. El otro, más exitoso (puesto que salió cuando el sistema ideal occidental se resquebrajó mucho) es El Señor de las Moscas. Malinterpretado, la historia de Golding no es que el hombre en naturaleza entra inmediatamente en el battle royale, todos contra todos, de la naturaleza que postulaba Hobbes, sino que la educación británica produce los tipos de sujetos que por un lado se llenan la boca sobre su comportamiento "civilizado" pero que son tan egoístas que de caer en tal situación entrarían a matarse entre sí. Pero no quiero hablar de esas historias porque mis basas sobre ellas son más bien opiniones de terceros que propias y por ende no muy sólidas. En cambio, quiero presentar otro contra-argumento, Naufrago, de Robert Zemeckis.
Derzu Uzala. Quizá no la conozcan pero es una breve novela basada en hechos reales sobre un geógrafo militar ruso y su relación con un cazador de la Siberia coreana. Fue adaptada en una coproducción soviética-japonesa dirigida por el mismísimo Kurosawa. En ella se ven consonancias temáticas en cuanto a los tópicos del sujeto, la soledad y la naturaleza con la obra de Zemeckis, así que voy a nombrarla varias veces.
En Naufrago, Chuck Noland es un representante de la sociedad humana en su más alto calibre: es un empleado de una compañía de correos. Se mata por su compañía, yendo y viniendo de un lado a otro en el mundo por orden empresarial, se encarga de la llegada de hasta el último paquete, cronometrar hasta el último segundo. Es un obsesivo perfecto para su rol de burócrata-empleado del mes. Ética laboral protestante con dos piernas, el sujeto que se desvive por la empresa casi hasta en su propia contra. El hombre ni siquiera se casó con su novia aún y se va de su casa en Navidad -que, a ver, acá es importante pero allá en Estados Unidos es prácticamente deber religioso con sus rituales y todo- solo para terminar en medio del océano. Comparado con un marino o un capitán, Noland no es un héroe de acción. Al contrario, es un tipo común y corriente. Es el chiste del personaje de O'Brien en Star Trek - Espacio Profundo Nueve: entre todos estos héroes no puede llamar la atención en lo más mínimo, pero ese es el punto. Por tristeza, los bravos capitanes, los lobos de mar, no existen, al menos no en una cantidad importante. Sí existen muchos Chucks Nolands: trabajadores de clase media baja que se desviven en su labor de sueldo aceptable hasta que les llega la jubilación y no saben que hacer de sí mismos o mueren antes de un síncope, lo que llegue primero. Antes que ser héroes vamos a ser civiles y antes de que nuestros nombres aparezcan en los libros de historia va a ocurrir de todo porque lo más probable es que de cuajo no aparezcan. Es así, que quieren que les diga.
Así que, cae Noland al mar y al principio trata la situación lo más neutralmente posible. Que me van a ver, que me van a rescatar, que es lo que hay, toca esperar, comer me da algo de asquito, manufacturar cosas va a ser difícil, esto duele. Lentamente la esperanza va muriendo porque, eso es lo que hay. El océano es enorme, sobre todo el Pacífico, lo más seguro es que lo dieron por comida para peces hace tiempo. Le toca "aclimatarse", ser parte de la naturaleza de la isla del pacífico, ser un ser de ella. La transición Zemeckis la hace con la escena de arrancarse la muela. Arrancarse la muela con el ski es Noland aceptando que va a doler. Que el dolor es natural, que la naturaleza es dolor, que si quiere sobrevivir va a tener que aceptar tal dolor y aprender a soportarlo en piel y carne. Y la verdad es que tan equivocado no está. Reduzcamos la actividad humana al sustento. Los primeros humanos muchos tienen huesos rotos o recuperados de viejas quebraduras seguramente provocadas por las bestias de la sabana africana. Hasta que supimos que cosas eran comestibles y cuales venenosas gente se murió haciendo la primer prueba de sabor o al menos sufrieron hasta que se recuperaron. Y no es que el trabajo manual está en mejor valuación. La razón por la cual la gran parte de tribus de la Tierra siguieron siendo nómades cazadores recolectores -recuerdo que me comentaba una profesora de antropología hará el 2019- era porque, sorpresa sorpresa, desgarrar la tierra -con herramientas o no-, plantar, cultivar y segar es un trabajo cansador, exhaustivo, que te deja sin energías. Sobrevivir la naturaleza es aprendersela, entrar en costumbre, aprender sus patrones pero sobre todo es vivir con dolor. Con hambre, con frío, con cortadas, pies llenos de callos explotados hasta que ya no sentís la planta al caminar, la piel quemada bajo el sol, las picaduras de los insectos, jaquecas. Y Noland lo logra.
¿Pero como?
Derzu Uzala era un cazador coreano de la Siberia que tenía contacto escaso con otros seres humanos. El cazaba y originalmente mantenía su familia pero todos murieron por una peste. Desde ahí se dedico a las pieles, sobre todo de zorro. Tenía profundas creencias animista. El se va del bosque hacia Rusia porque cree que el bosque ya no le va a proteger ahora que mató a un tigre. Y en Rusia es donde muere. La civilización europea, o más bien, la modernidad occidental no recibe a Derzu, lo rechaza. Y es recíproco. Muchos controles, muchas reglas, mucha gente, muchos impedimentos para alguien que solo quiere cazar en paz. Derzu muere solo en un mundo que le es ajeno porque siente que en el suyo original ya no es recibido. Para el cazador la vida en el bosque, sin familia y con pocos amigos no era soledad porque el bosque y sus animales le acompañaban: su animismo le hacía comprender que formaba parte de un mundo mayor, de un sistema mayor, con sus reglas y principios. La crónica del geógrafo Arseniev es interesante porque da vuelta la ecuación: el hombre civilizado no puede sobrevivir en la naturaleza, es incapaz, pero si el animista, más este no puede vivir en la civilización, o para ser más claros, en la alienación. Regresemos al cálido Pacífico.
Noland logra domeñar la isla. Sabe pescar, fabricar con los recursos que tiene disponibles, soportar el dolor. Pero no puede con la soledad. El ser humano no puede con la soledad. Está incapacitado. Puede aislarse pero solo hasta cierto punto. Citando a un producto que quizá conozcan*: Si nada existe fuera de uno mismo, no puedo uno determinar su propia existencia. Es decir, sin que otros nos reconozcan, no somos nosotros, seremos algo, pero no somos alguien. De ahí que Noland haga tres cosas en la isla además de aprender a sobrevivir: considerar el suicidio, planear su escape y Wilson. Wilson es un invento, una solución a un problema, alguien que le recuerda que el es Chuck Noland, empleado número uno de FedEx y no que todo eso fue el sueño de un isleño solitario, que tiene un lugar a donde regresar, alguien con quien hablar, alguien que le haga compañía.
Pero Noland va a morir en esa isla por las mismas razones que Derzu muere en Rusia. Lo va a matar la soledad y la extrañeza. Noland recurre al animismo, sí, pero no le da vida con su mente a las palmeras o al océano sino a una pelota de voley porque eso representa su mundo. Debe huir. Y lo hace. Pero no sin pérdidas. Wilson se pierde y el sufre. Noland no puede aceptar que pierde a su amigo, a su única compañía. Real o no, tal cosa no viene a cuento. Uno cimienta vínculos con las cosas y queda encadenado a ellas, le guste o no le guste. Pero Wilson debe morir porque Wilson es el naufragio, es la naturaleza, es la soledad y la necesidad que tenemos de estar acompañados porque no funcionamos si no. Si Noland quiere volver a vivir en sociedad debe dejar morir a Wilson. Y le rescatan, y es apenas un hombre funcional. Queda terriblemente traumatizado, es incapaz de relacionarse con las otras personas. Su amor con Kelly es imposible. Pero como Zemeckis muestra, el daño no es irreparable. La ecuación no es, como Dafoe decía, el hombre contra la naturaleza o la civilización contra ella. No. Es el ser humano contra la soledad. No una soledad comprendida como falta de personas necesariamente, sino el naufragio del mundo en que uno vivía.
El ser humano no puede con el peso de la soledad, inevitablemente necesita de otros.
*Cité a Evangelion. Lloren un río.
martes, 27 de julio de 2021
Un balance sobre los balances
domingo, 18 de julio de 2021
El Tiempo es Ilusorio si la Cabeza está en el mismo Lugar
Autor: Sarmiento - Época: Guerras Civiles Argentinas - Fuentes Ideológicas: Ilustración y Romanticismo
Leer el Facundo es una experiencia legible. Es medio raro usar un adjetivo que en esta situación opera casi como una tautología, pero todo aquel que haya leído más de 10 libros sabe muy bien que hay libros y libros, unos hechos por gente a la que se le da bien y otros a los que no. Por suerte, Sarmiento usaba bien la tinta. Para mí desgracia, si bien comunica de forma efectiva el autor puntano, como lectura sigue siendo muy pesado. El texto está muy cargado de rencor y odio. Comprensible, Sarmiento tenía sus razones para odiar a Rosas. Pero creo que todos concordamos que se pasó un toque de mambo con el odio al gaucho, ¿no? Y no me vengan con lo de que su racismo está justificado porque el momento y el contexto y su madre. Esa lógica puede justificar el racismo ad infinitum llegado a cierto punto. El racismo se critica como la lacra que es siempre que se pueda porque, si no les llegó el aviso, como tal el racismo es propio de la modernidad, no de toda la humanidad. Pero continuemos. La Ilustración de Sarmiento se presenta en lo que debe ser el Estado a fundar y por el que lucho la Revolución de Mayo. Aceptable si decimos que fue por lo que lucho una facción, pero tomémoslo. El Romanticismo, sin embargo, es el aspecto que creo que debería ser tomado en cuenta. La noción de una necesidad histórica, de que algo debe, por la constitución de los pueblos, ocurrir. Acá es donde nace el patrón. Por un lado, el país tiene que ser unitario porque así lo dice su geografía desértica. Quien diga lo contrario se engaña así mismo. Por esa geografía desértica surge con necesidad el gaucho, el habitante del país que se hace del molde casi platónico que es la barbarie. Como tal, es una fuerza bruta con un amor pasional al rojo y que solo puede solucionar las cosas con violencia, siendo craneotómicamente imperfecto e incapaz de producir; lo único resaltable de él es su absoluta capacidad como guerrero y algún que otro talento que le genera vivir en la naturaleza. Y por el otro lado está la civilización, representada principalmente por Buenos Aires y todo hombre de ley, ciencia y arte que esté desperdigado entre las élites provinciales. La Revolución de Mayo fue la lucha de la iluminada Buenos Aires contra los reductos del bárbaro hispanismo católico absolutista que representó en su momento Córdoba, pero la polis intelectual para vencer a la salvaje tuvo que reclutar al gaucho, la tercera entidad que se dedicó a la guerra solo para imponerse en lucha al país, con sus referentes en Artigas, Güemes, Quiroga y Rosas, contra hombres de letras como Lavalle y Rivadavia. Pero no importa, porque Rosas civilizó al país con su tiranía, así que solo queda vencerle. Pocos gauchos quedaron con vida -y si Sarmiento logra lo que quiere, menos aún quedaran- y las leyes de la Ilustración podrán imponerse, se podrá crear un estado de buena ley, moderno en su economía, y capaz de atraer trabajadores extranjeros para crear una gran nación moderna.
Así lo quiere la historia.
sábado, 29 de mayo de 2021
El Problema de He-Man
A principios del año pasado, o más bien, a principios de la cuarentena, vi la miniserie argentina de Bruno Stagnaro, Okupas. Y me encantó. Es como un acompañamiento necesario a Pizza, Birra, Faso, la película sobre la marginalidad porteña que sacó a finales de los noventa el célebre director. Okupas relata la historia de Ricardo y como le toca a él y un grupo de amigos mantener y luego ocupar de forma ilegal una casa de la familia. La serie logra ser muy entretenida al tener un casting muy carismático que tiende a manejar diálogos comunes -como los que uno tiene con sus amigos-. Y también logra ser muy tensa. La serie quiere mostrarte la otra cara de Buenos Aires, su criminalidad. Por eso toma la elección de Ricardo, un perejil de clase media, como protagonista: nosotros, como audiencia, nos abrimos paso a este mundo nuevo, sea el caso de que no lo conozcamos, claro está. Y quien nos lleva es el Pollo: Pollo es el amigo al que Ricardo contacta para que lo acompañe en la casa, y es uno del que se distanció y no parece ser consciente de que anda en asuntos bastante turbios en la peligrosa zona conocida como Dock Sud o el Docke.
El cuarto capítulo, El Beso de Judas, es cuando la serie revela sus colores: Ricardo decide ir al Docke -en lo que vendría a ser la mitad del capítulo- a buscar a Pollo y se encuentra con los amigos con los que el Pollo se había peleado-cosa que Ricardo no sabe- para ver si saben donde está. Estos -y su intimidante lider, el Negro Pablo, interpretado por Dante Mastropierro- lo boludean un rato y cuando se hace muy tarde intentan violarlo para enviarle un mensaje al Pollo de que con ellos no se jode. La secuencia es aterradora: Ricardo entra en shock cuando entre tres lo desnudan mientras una vieja que está en el departamento -váyase a saber el por qué- se ríe de la situación-. Es un momento aterrador, puro pánico. Por suerte, llega la caballería y Pollo, Chiqui y Walter le rescatan. Es una instancia de quiebre de la serie, cuando nos deja bien claro que no es una sitcom de un grupo de amigos y sus desgracias de humor negro sino un hiperrealismo macabro sobre la marginalidad que solo puede ir escalando. Y escala: Okupas tiene un mal final. No en el sentido que sea de mala calidad, sino de que las cosas terminan mal para nuestros protagonistas: Severino y El Chiqui mueren y la amistad entre Walter, Ricardo y Pollo se acaba. Pero este es el único final que Okupas puede tener, es un final perfecto que nos regresa al principio: empiezan separados, terminan separados, los une la marginalidad y el delito y esta los separa. Es genial.
Así que podrán imaginarse mi sorpresa cuando me encontré que gran parte de la gente de Internet tenía una especie de admiración macabra en relación con el Negro Pablo. Que, ah ver, es común. Los villanos son mejores en tanto son personajes carismáticos y no de una dimensión. Nos gusta Azula en Avatar, Darth Vader en Star Wars, Aizen en Bleach. Yo tengo villanos favoritos también, como Dos Caras por ejemplo. Lo que tiene un buen villano es que generalmente es un espejo distorsionado o una antítesis del protagonista y esto último es el caso Ricardo/El Negro Pablo. Ricardo es un perejil de clase media que no tiene una motivación clara en la vida y que generalmente requiere que lo ayuden para hacer cualquier cosa. El Negro Pablo es un personaje de clase baja que se hizo a sí mismo como un capo del Docke, una zona peligrosísima; es implacable, decidido, da la cara y no necesita que vengan a salvarle las papas sino que tiene calle y se las arregla por sí mismo. Pero, de vuelta, Okupas no quiere que estemos del lado el Negro Pablo. Más bien, Okupas no quiere que tomemos bandos en general, es una crónica violenta sobre la marginalidad en Buenos Aires. Sin embargo, si hay una conclusión para sacar del Negro Pablo es que es un individuo muy peligroso del cuál lo mejor es alejarse lo más posible, alguien capaz de matar a sangre fría y que es el síntoma más preocupante de un sistema corrupto y roto que pone a la gente en un vale todo. Negro Pablo es un tipo que está dispuesto a violar a alguien que no le hizo nada y era completamente inofensivo para él solo para enviarle un mensaje a el Pollo. Que sí, que el Negro Pablo podría creer que Pollo lo envió a Ricardo para quien sabe que motivo pero seamos sinceros, el personaje de Ricardo ya estaba establecido para ese momento: es un aparato, no caza un fulbo de nada de lo que ocurre a su alrededor, y el Negro Pablo no tenía necesidad de tocarle un pelo. En resumen, es indefendible lo que hizo. Y aún así.
El Negro Pablo terminó volviéndose una especie de ídolo de la calle, o al menos hay muchos memes que parecen indicar que tiene una sabiduría federal o masculina o no se, alguna pelotudez del estilo. Y de vuelta, no digo que esté mal querer un personaje que haga cosas cuestionables o que toma el rol de némesis, etcétera, etcétera. Dante Mastropierro hace un personaje de putísima madre y Okupas sin el Negro Pablo es tan concebible como Los Simuladores sin gente a la que hacer simulacros. Pero me lleva este personaje en específico a hablar de algo que ya se está haciendo común.
He-Man y muchos otros programas de Hanna Barbera que tenían alguna que otra intención educativa continuaron una vieja tradición literaria. La de la moraleja. Es muy simple el funcionamiento: una historia empieza a partir de una premisa generalmente negativa, esta se resuelve de forma positiva y se da una lección textual al final para que el público entienda el mensaje. Son comunes en el público infantil porque se asume que a corta edad los niños quizás no entiendan lo que se les cuentan. Que no entenderán que la liebre perdió la carrera por no esforzarse o que a Caperucita no se la habría comido el lobo si le hubiera hecho caso a su madre. Se ponía la moraleja por si acaso, porque se creía y se cree que los niños no tienen capacidad de razonamiento en general y que mejor que le mastiquemos el núcleo temático y se lo escupamos en la boca. Okey, estoy siendo agresivo y exagerando: los infantes requieren ayuda en este tipo de cosas en alguna medida seguramente. Digo, es más experimental y creativa la programación del Cartoon Network del 2015 que la de Telefe o Fox en todas sus respectivas historias pero shh, tranquilos, ignoremos ese pequeño asunto. En síntesis a las historias para niños les ponen moralejas al final en caso de que si el chico no captó el mensaje se lo estampamos en la cara y listo. Es algo que se hace en consideración al público. Y yo no tendría problemas. . . si no pasara con los adultos. Recuerdo que un capítulo de Star Trek: La Nueva Generación literalmente te exponía los temas en la cara y yo me había enojado mucho porque dale, que tan idiota puede ser el público. Oh, Dios, cómo pude ser tan inocente.
Resulta que la inteligencia y la edad son cosas relacionadas pero que no van de la mano y los imbéciles vienen de todas las edades y colores. Bueno, vuelvo a ser agresivo, pero me entienden a lo que voy. Es muy fácil que una obra que no debería ser interpretada de algunas formas sea interpretada de algunas formas. Me pasó a mí: creía que, por ejemplo, Attack on Titan creía en X, pero terminó de una forma que me convenció de que no, siempre creyó en no-X, y la única razón por la que hablo en valores de lógica es porque no quiero amenazas de muerte por spoilear. Si, pasa que el mensaje a veces no es tan claro, pero es que, por Dios, ¿cómo podes perderte un punto que está en tu cara con tanta pregnancia? Es como no ver el sol. Es como escuchar Mil Horas y decir “wow, esa mina sí que lo trató bien al pibe, eh”. Quizá crean que estoy inventándome un hombre de paja con el cual enojarme, pero no, porque sino déjenme que les cuente la tragedia de Alan Moore el Inglés.
Znyder, como te odio. No me malinterpreten, no estoy siendo jocoso, el tipo me desagrada. Si difieren conmigo en esta cuestión yo no me voy a enojar si se van y lo dejan acá. Tengo paz interior, creo en el desacuerdo. Mi problema con Zack Znyder es que inauguró una movida cultural dentro de las muchas comunidades de virgos, pero sobre todo la del cómic, que me parece desagradable: lo violento y sepia como cool, lo edgy, básicamente. A ver, él no lo inventó, tenemos que agradecerle eso a tipos como Rob Liefeld o el manga ochentoso. No, él solo lo reflotó de vuelta -porque nos habíamos librado de este cáncer en los noventa tardíos y los tempranos dosmiles- en el ámbito del cómic con su adaptación de Watchmen. Y es irónico -bueno, sería irónico si el universo no estuviera conspirando contra Alan Moore- que esta obra cenital del medio sea la causa de la misma ola cultural de vuelta.
Watchmen es un comic anti comic de superhéroes. No es un cómic de superhéroes, leerlo no se siente como si leyeras Spider-Man o Superman o, no sé, los Young Avengers. Es una deconstrucción: piensa el género en su conjunto y dice: “Hmm, esto es una soberana cagada”. Esto lo hace desmontando tropos de superhéroes. Manhattan es una tesis de que si Superman existiera sería una herramienta del gobierno estadounidense y que por tener semejantes sentidos y poderes se sentiría completamente ajeno a nosotros. Rorscharch y El Comediante directamente te escupen en la cara con la idea del vigilante violento: son una fantasía de la derecha fascista paranoica -sí, dije derecha fascista, Alan Moore es un anarquista por si no saben- que solo puede realizarse como fuego purificador, dando garrote o reprimiendo. Y Nite Owl y Ozymandias son tackles a Batman: el primero es alguien que se hace vigilante porque es un perdedor y no sabe que hacer de su vida y cuando deja de serlo sigue siendo un perdedor que no sabe qué hacer con su vida y su fortuna; y el otro es un aristócrata que se cree que tiene sangre azul y está desinteresado con la humanidad, considerando que el puede realmente superar el paso inexorable de la historia. El superhéroe se distorsiona, se vuelve un sujeto inseguro y ansioso que para completarse recurre a la violencia y se termina volviendo de una forma u otra un adicto a ella. Es algo que lo completa hasta de forma erótica, el comic mismo te dice en la cara que es como un fetiche. Así que Watchmen se publica, tiene mucho éxito, y el público no capta el mensaje.
Caemos en la edad oscura de los 80s-90s, caracterizados por comics violentos de superhéroes unidimensionales y con un diseño exageradísimo que creen que por mostrar sexo y violencia realmente llegan a la “profundidad” o -peor- “epicidad” de Watchmen. Ya saben, porque eso es lo que quería Alan Moore que sacaran como conclusión de Watchmen. Que necesitamos superhéroes violentos, no que los superhéroes son una muy mala idea. De paso Juego de Tronos quiere que vos saques la conclusión de que el romanticismo medieval nostálgico representa la realidad y Crimen y Castigo que el homicidio está bien. Pero así es como está la cosa y así es como están los cómics de vuelta gracias a Znyder. Habíamos superado esta etapa gracias a autores más optimistas o con tres dedos de frente como Grant Morrison o Alex Ross que reconstruyen el género, pero como decía Mariano Moreno si los pueblos no se ilustran mudan tiranos mas no tiranías y estamos en la misma puta situación de vuelta con cosas como el BatMetal. Por suerte Marvel aún no cayó en eso porque a veces Dios tiene piedad.
Sin embargo acá es donde ustedes podrían decir que yo estoy siendo un elitista de mierda. Que quién soy yo para decidir cuál es el mensaje o no de una historia, y porqué no puedo aplicar una muerte del autor e irme con la idea de que Watchmen va de lo basado que es Batman y que quien me creo que soy, ¿Dios?. Y a las tres cosas respondo que yo no decido cual era el mensaje que la historia quería contar; que yo no creo en la muerte del Autor ni en la separación de autor y obra, si no todo este análisis no tendría sentido alguno pero si ustedes sí, no sé qué pingo hacen acá; y que sí, soy Dios. Para continuar tratemos un asunto más bien de método.
Lore sobre mi persona, soy estudiante de filosofía y en esta parte de la carrera estoy viendo filosofía moderna y un hilo conductor de ella es el problema del método. El cómo sabemos las cosas. Si bien había ingredientes previos que explicaban cómo era ineludible la discusión sobre el cómo sabemos -la Revolución Científica, la Conquista de América, la Reforma y Contrarreforma- una buena fecha para iniciar la discusión sería la Apología de Raimundo Sabunde de Michel de Montaigne, en la que el autor defiende un tratado de teología racional -esto es, defender al catolicismo desde la razón- desde el escepticismo. El escepticismo es una tradición filosófica antigua que plantea que el saber humano es imposible porque para todo motivo que pueda tener una persona para creer en algo hay un contra-motivo suficiente así que mejor admitimos que no sabemos nada y vivamos sin preguntarnos el porqué de nada. El ensayo tuvo mucho impacto y se formó una grieta por así decirse para determinar cuál es el método para decidir cómo sabemos lo que sabemos entre empiristas y racionalistas hasta que Kant nos salvó las papas con el criticismo. Traigo esto como anécdota para hablar de que el problema de cómo decidimos la validez del saber que sacamos de las cosas es viejo como la injusticia.
Lo mismo pasa con la ficción, el arte. ¿Cómo decidimos que la pintura es una metáfora sobre el pasaje del tiempo o si el pintor simplemente quería pintar un cuadro con unas margaritas medio rancias? ¿Cómo sabemos si una película bélica quiere que pensemos que la guerra es el infierno si cada escena con violencia militar es un espectáculo despampanante? ¿Cómo desciframos las letras del Indio Solari? No, en serio, ¿cómo se hace eso último? Bueno el método que yo recomiendo es simple. Primero prestás atención a lo que estás consumiendo. Alucinante, lo sé, pero usualmente el primer paso para entender algo es poner algo de esfuerzo de parte tuya y pensar lo que pasa. Si es un libro ver qué palabras se repiten o que expresiones se usan para describir algo. Si es una película es ver el diálogo, la forma en que se filma cada escena, el uso de recursos como iluminación o color, cómo cambia cada escena, el uso de soundtrack. Con un videojuego trato de examinar el lore o los diálogos secundarios y ver hacia donde van los verbos, las mecánicas. Y con los cómics entra mucho en acción una combinación entre la narración del guionista con la ejecución estética del dibujante. Todo esto suena obvio, ¿verdad? Bien, porque lo es. La mayoría del tiempo cuando una historia te quiere decir algo te lo dice en la cara. Es evidente que Apocalypse Now va de cómo la guerra es la máxima locura de la humanidad, es evidente que Macbeth va sobre cómo la ambición por el poder solo puede terminar en tragedia e injusticias, que Flashpoint Paradox va sobre cómo tenemos que aceptar el pasado y seguir adelante, que Demon Days es sobre cómo el mundo se está yendo a la mierda y no hay forma de detenerlo y que esto duele, y que Stanley Parable es sobre si los jugadores somos realmente libres cuando jugamos o si todo es un tremendo chamuyo. Si prestan atención todo se hace comprensible siempre. Incluso Evangelion: el segundo capítulo te tira el dilema del erizo ý ese es todo el punto de la serie.
Mi segunda sugerencia sería el contexto en donde se produce la obra. Esto vendría a ser una combinación de la biografía y la postura ideológica del autor tanto como el país en el que vive y el período histórico que lo trastoca. Si yo hubiera sabido en mayor profundidad la ideología de Isayama no habría inferido una conclusión temática contraria a la que tuvo Shingeki no Kyojin. Pero si preferimos evitar el spoiler, quedémonos en Watchmen y solo para hablar de algo diferente a las comiquillas por un segundo y para ir más a la sombra del autor que la de su contexto, The House that Jack Built. Watchmen es, de vuelta, una obra de un anarquista que tenía tan buena relación con la industria de los cómics como yo con mi yo del pasado. Había hecho previamente Miracleman, donde ya se esbozaba la idea del super como pesadilla tiránica de poder. Y su ideología ya estaba esparcida en su maravilloso Swamp Thing, lean la Cosa del Pantano, American Ghotic, Sophisticated Suspense son dos títulos que les quedan cortos. Y esta obra se hizo cuando la guerra fría se había puesto notablemente caliente, digo, por si era necesario aclarar el temor a la bomba que la obra presenta. The House that Jack Built, por su parte, es la primera película de von Trier posterior a su famosa trilogía de la depresión. Esto era fruto de, sorprendente, la propia depresión del director y la primera, Antichrist, ya medio indicaba que si no bastaba con lo inquietantes que eran los cambios de posición de von Trier su uso de la violencia es aún peor. Consumí de todo tipo de gore pero solo el maldito danés me hace sufrir de tal forma. Pero la película es más meta porque en ella von Trier se pregunta por sí mismo. Es decir, toda la película es von Trier preguntándose si él es realmente un artista consumado y culto en su obra que quiere expandir los límites del cine -Jack tiene razón- o es un pretencioso de mierda que le gusta causar disgusto a la gente -Virgilio tiene razón-.
Pero nombre previamente a la muerte del autor y otras variantes más débiles como división obra/autor y más mierdas del estilo así que cuál es mi postura ante esto. Bueno, para empezar los textos no se hacen del éter y generalmente quien lo escribe por lógica es un ser humano y resulta que todos los seres humanos vivimos en una sociedad. Y de la misma forma que cuando construimos una mesa talamos un árbol y tenemos un diseño en mente, es decir, usamos materiales externos e internos para hacer las cosas, bueno, lo mismo con el arte. Lo externo es evidente. Pinto con acuarela, escribo con un teclado, dirijo con una cámara, programo en C++. Es evidente que el arte usa componentes externos. Y también internos. Uno se imagina la trama antes de ponerla en tinta y no va a poner cualquier trama. Estámos de acuerdo que no importa que tanta imaginación tuviera Aristófanes él no podría escribir Friends, ¿verdad? Y no, no me refiero a hacer una sitcom con seis amigos protagonistas. Yo me refiero a que Aristófanes va y se imagina todo lo concerniente a Friends: el contexto neoyorkino, la cultura pseudo equitativa en cuestiones genéricas, todo. Bien, no podría. Pero como ya hablé previamente, solo Aristófanes, de la misma forma que solo los guionistas detrás de Friends, podrían darnos sus obras como tales. Pero eso no explica el fenómeno que tenemos entre manos.
Verán, el autor no está muerto. Pero tampoco está vivo. Podría decir que tiene un coma pero eso podría ser insensible y me gusta más el título que me inventé. El autor zombie. El autor no está ni vivo ni muerto, depende más bien de tu criterio. Vivimos en el foro: todos tenemos derecho a opinar sobre lo que pasó en el día y todos podemos hablar de Battlestar Galactica y eso produce que la gente diga A y otros digan B. Y si bien los principales guionistas de la serie pueden aparecer y decir que ni es ni A ni B sino C, eso le puede chupar un huevo a mucha gente. O ni siquiera, porque la gente puede ni enterarse porque, respondanme con candidez: ¿cuántas veces luego de terminar una obra fueron y buscaron entrevistas con el autor o cosas del estilo? Ya me parecía. Yo lo hago cuando algo no me queda tan claro. Pero que yo diga que el significado real de la obra es lo que el autor imprimió en ella no explica ni soluciona la situación de que la gente piense que el Guasón es un ídolo. Por eso postulo que el autor es un zombie. Está vivo, pero para el mundo no tanto o más bien no importa si lo está porque si yo digo que American Psycho o Plata Dulce van de lo copado que es ser un tipo de las finanzas por más que parezca que parece que no vi las películas, la verdad es que las ví y esto es el internet y alguien debe estar de acuerdo.
Veamos el caso de Matrix. Matrix es una película sobre rebelarse. Contra el sistema. ¿Qué sistema? Todos. Tenes que rebelarte contra el gobierno, la clase alta, el manejo de la información, la percepción de la realidad, los roles de género, contra vos mismo. Con todo. Hay que incendiar la casa. Todo se puede resumir en que uno debe darse cuenta de que no es que las cosas simplemente andan mal sino que no hay un camino de reforma, el cambio sólo puede conseguirse con una revolución. Si no extirpas de raíz al sistema el sistema permanece. La película es muy obvia con eso. Las máquinas, nuestros hijos enojados con nosotros y nosotros con ellos, nos tienen de ganado, nos dan una vida simulada basada en gustos y disgustos físicos y libidinales y a cambio extirpan energía de nosotros. Es un sistema inadmisible moralmente, tenemos que arrancarnos las vendas de los ojos, salir de la Matrix, tomar la pastilla roja y dirigirnos en contra del sistema. Pero quien esté mucho tiempo en el infierno que son los otros que es el internet escuchó en algún momento redpill.
La escena más importante de Matrix es en la que Morfeo le ofrece una pastilla azul -volver a la cama, continuar soñando, rendirse a la Matrix- y una roja -seguir al conejo blanco y ver que tan profundo va el agujero, ver la realidad, rebelarse-. Es un clásico. Pero el sistema es el imperio en Roma, el Partido en la Unión Soviética y el Gobierno en casi todo el mundo. Y si no, hay quien percibe distintas cosas como el sistema opresor. Así surgió un subgrupo de hombres que creían que el feminismo progre es el sistema y que tomarse la pastilla roja significa ser un machote y desligarse de todo esto. Y hay razones para que puedan caer en esa conclusión. Matrix me encanta pero no deja ser un poco una fantasía de poder, una idea de la revolución cool y basada que protagoniza un nerd bajo toda regla pero que por ende cualquiera podría protagonizar. No estoy en contra de la acción en Matrix, ella es la razón por la que película es un éxito global y sea disfrutable. Pero lo de ser el más capo sigue ahí. Sin embargo, las Wachowski hicieron una película sobre revelarse contra el sistema, tanto el sistema de vigilancia, como el cistema, con c al principio.
Miren, no es el lugar que me corresponde, no me toca hablar de la identidad trans pero la película trata el tema nos guste o no. Matrix está llena de simbolismo transgenero. Podemos hacer una lista. Neo vive una doble vida: de día es un empleado oficinista llamado Thomas Anderson y es una vida mediocre y que no lo realiza, pero de noche es Neo, activista hacker. El Agente Smith siempre que se enfrenta a él se refiere como Anderson porque sabe que con eso lo devalúa: Neo no se reconoce a sí mismo en ese nombre y vence finalmente a Smith reafirmando su identidad como Neo. Cuando Morfeo dice el legendario: “está empezando a creer” puede, si se quiere, inferirse que lo que Neo empieza a creer no es solo que la rebelión y la victoria de la humanidad es posible sino que el puede ser una versión con la que se sienta más cómodo y acorde a sí mismo, alguien que exprese su verdadero ser. Después tenemos dos personajes femeninos, Trinity y Switch, dos miembras del grupo de Morfeo. La primera vez que se conocen Neo directamente le dice a Trinity que se parece un poco a un hombre y ella responde que es algo que le dicen seguido. Switch, además de ser notablemente andrógina, originalmente iba a tener una discordancia mucho más marcada: iba a ser un hombre en la Matrix -o sea, en el mundo ficcional virtual que la estructura maquinaria crea para dominar a la humanidad y que la humanidad permite continuar por la adoctrinación que le impone- y una mujer en la realidad, viviendo como prisionero virtual masculino y en la realidad como una mujer, un interruptor, un switch. Hay personajes en la saga que dicen que ojalá hubieran salido antes de la Matrix, que ojalá hubieran podido vivir realmente como son. Y si no basta tenemos la pastilla roja: el estrógeno se vende en pastillas rojas, lo que toman las mujeres trans al transicionar, cosa curiosa porque -y no bastan las negritas- SON LAS DIRECTORAS DE LA PUTA PELÍCULA CONSUMEN Y CONSUMÍAN. Eran los hnos. Wachowski antes y al estrenarse, poco después transicionó Lana y luego Lily y ahora son las hnas.
No es que Matrix vaya solo de la identidad trans, pero es algo inescindible de la película. Y sin embargo, caemos en un problema. Muchos de los temas señalados en el previo párrafo pueden pasarlo a uno de fondo por falta de contexto o también porque son conflictos humanos que trascienden la cuestión trans. El conflicto del sistema contra tu identidad, del yo que copó la ideología del sistema y el yo que quiere vivir es uno propio de la identidad trans tanto como de las demás, es un tema de la alienación del individuo en general que toma diferentes formas en distintos sujetos. Así que, ¿qué situación tenemos entre manos? Bueno, tenemos el siguiente problema: los autores crean obras que comunican sus posturas ante algo, y luego, como quien no quiere la cosa, ese mensaje no cala. ¿Por qué Matrix es interpretada como pro masculinista? Porque cae en el problema de su espectacularidad y los problemas que trata siguen siendo gran medida muy universales tanto como muy oscuros, así que aunque muchos aspectos de la película te digan X, es posible que interpretes No-X y anti-X. De vuelta, a Switch la censuraron: iba a ser ese personaje previamente descrito y la reemplazaron para evitar confusiones, aunque dudo que sea realmente ese el motivo la verdad sea dicha. Matrix tiene componentes fáciles de interpretar que pueden llevar a uno a concluir que es una fantasía de poder masculina, y componentes más oscuros de interpretar que pueden llevar a que uno no concluya que esta es una obra queer.
Por esto llamo yo "el Problema de He-Man" a esta situación engorrosa. Pareciera que incluso aunque le pusieran un cartel en la cara al público que dijera de qué va la obra, que la película se frenara a la mitad y apareciera por arriba el director diciendo algo como “oh sí esta comedia romántica va de cómo no existe el príncipe azul y que tenemos que contentarnos con quienes nos aman, que a su vez hacen un esfuerzo enorme para acompañarnos en la vida” y luego continuará, el público aun así no se da cuenta. Falta comprensión lectora y tenemos el problema de que a todos los boludos como yo que nos importan tres pingos interpretar las cosas nos volvieron en paragones de la pretensión. Y es verdad, algo de ese componente hay, pero, ¿creen que inventamos el concepto de tema literario? ¿de simbolismo? No, no lo hicimos. Se entiende que el arte apunta a algo, al menos a un atisbo de algo. El problema vendría a ser (al menos para mí, de vuelta, si sos del palo de la muerte del autor esto te debe pasar de largo) la pérdida en la traducción, como hay una contradicción notable en lo narrado y la recepción de lo narrado. La única solución que puedo dar es que el autor no emplee recursos que puedan evitar que la audiencia concluya lo contrario de lo que dice y que el público ponga de su parte a la hora de consumir cultura. Esto solo puede hacer el diálogo y la crítica sobre el arte más rico y plural. Y esa es la moraleja de este ensayo.