lunes, 26 de octubre de 2020

Cuarta semana de octubre 2020

Empezamos con una buena noticia: Luis Arce ganando en Bolivia. Pero el MAS ya no tiene la sobrecogedora mayoría que tenía previamente y Luis Arce bien puede ser otro Lenin Moreno, así que cuidadito. El martes me encuentro con una mala. Massa está convocando al frente Renovador para una reunión. ¿Se viene una escisión? ¿De vuelta?

Leí en foros que piensan extranjeros (sobre todo estadounidenses) de mi país paisano. Nunca. De. Vuelta. Por un lado pareciera que somos bastante promiscuos. No les parece muy simpático lo de los besos y el mate por otro lado. Proyectan mucho (no Estados Unidos/UE, no tenes corrupción, eso solo existe entre pieles bronceadas; vos tenes cabildeo, lobby; también me refiero a la pobreza). Y no les gusta que los llamemos a los estadounidenses, adivinen, estadounidenses. Llora, cry bitch, así se entiende. Y el argumento de "¿y cómo llamas a los "Estados Unidos de México"?" es pésimo.

Lugones es pésimo. Y todo el tiempo de esta semana se sintió como apretada como con un cinturón. Pero al menos pude terminarlo, y todo indica que de Mariátegui (al que tengo ganas de leer bastante) no tengo mucha bibliografía. 

Me vi Déjame entrar, la película noruega. Está, bien. Es una película buena. No aterradora, pero hace lo que busca bien. 

Pude leer casi de manera completa un volumen de Love & Rockets. Mucho texto. Pero las aventuras de estás inmigrantes latinas son divertidas, así que está bien. 

Me puse a escribir algo para una revista de videojuegos. Quizá me paguen incluso. Es muy bueno.

Empecé a leer cosas de filosofía del arte. No me estaría impactando. Pero el profesor es bueno, así que todo bien.

Me acuerdo cuando simplemente me ponía a leer comics de Vertigo. Empezaba de Y The Last Man hasta terminarlo. DMZ. Sandman. Buenos tiempos.  

La película La gente bajo las escaleras es una película rarísima que no termino de entender. Es una experiencia divertida, extraña, comprometida con el racismo de forma seria pero también con la comedia histriónica. Es algo recomendable, pero si buscan tomarlo serio claro está. 

El fin de la quinta temporada de DS9 y el principio de la sexta: ole tus cojones. Es tenso, siento que me va a hacer llorar. Entre que la estación fue tomada por el Dominio y Cardassia y la guerra está aplastando la Federación me siento mal. La escena de la vedek realizando lo que es básicamente un sacrificio a lo monje bonzo. Es todo muy intenso y pesado.

Me puse a ver de vuelta Naruto. A modo de ver algo cuando no tengo  nada más importante que hacer. . . es decir, cuando debería estar haciendo algo importante y no lo hago. Tiene, como el 80% de los shonens, el problema de que los secundarios son personajes más interesantes que los protagónicos.  

El domingo me dejó cansadísimo físicamente. 

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