domingo, 27 de diciembre de 2020

La filosofía de mi 2020

 Como quien no quiere la cosa, toca un artículo sobre filosofía, porque es mi carrera/profesión. Diré rápidamente que a principio de año leí gran parte de la Ciudad de Dios de San Agustín -el libro que impone la Iglesia Católica como máximo poder europeo en términos de legitimidad-, el Discurso del Método de Descartes e intenté leer y comprender Ser y Tiempo de Martín Heidegger (énfasis en intente).

Puedo expresarme mucho más si hablo, directamente, de las cosas que vi en cada materia de este año. Y eso es lo que voy a hacer.

Historia de la filosofía antigua

La cursada de antigua, en general, se me hizo larga, principalmente porque no soy un gran fan de la filosofía griega y porque la bibliografía no era muy interesante (o convincente en cuanto a su importancia) y el profesorado no estaba poniendo mucho esfuerzo salvo por la profesora de prácticos. Dividámoslo en tres párrafos: pre Platón, Platón, post Platón. Porque leí mucho Platón.

Vimos Tales, Anaximandro, Heráclito, Parménides, Gorgias, Protágoras, Sócrates y Antístenes. De Tales no sabemos realmente nada y que esté en este listado es más por anécdota que por mérito propio. Anaximandro hace un sistema de la realidad que es Avatar: La Leyenda de Aang, y no, no voy a explicar esto. Al filósofo de la permanencia y al del cambio los vimos en como concordaban en la triada realidad, pensamiento y lenguaje, pero si he de ser sincero, Heráclito es un místico y Parménides es tosco como una piedra. Gorgias es el pensador más importante para nuestros días de toda la filosofía antigua porque literalmente predijo el marketing. Le hace bullying a Parménides, defiende a Helena, en resumen, basado. De Protágoras sabemos lo que dijo Platón y Platón no lo tiene en gran estima así que me quedo en la interpretación más elaborada de su "el hombre es la medida de todas las cosas" y listo. Lamento arruinar el meme, pero Sócrates existió y su filosofía es solamente lo que aparece en Apología. Y Antístenes. . . bueno, el fundador de los cínicos no parece muy cínico que digamos. 

Lo que si vi durante toda la cursada fue Platón. En un momento en teóricos -descontando el caso de Protágoras y Sócrates que la filosofía que tenemos de ello son comentarios de Platón en diálogos-, en teórico prácticos vimos República -porque en la Tierra uno tiene que sufrir- y en prácticos Fedón (un buen diálogo, sorprendentemente). Platón cometió un crimen con un modo tan cuadrado y lento de filosofar, haciendo que me preocupe seriamente por la salud mental de los profesores que me daban estos diálogos y se reían de los chistes de Platón que tienen la gracia de un documental de fauna marina. La apoteosis de esto es el dolor de cabeza en formato libro que es la República, que dura demasiado para su propio bien y merece un soberano ajuste. En el otro lado de la grieta, el Gorgias no discute con el Gorgias sino con un invento que se hace Platón del sofista y los diálogos de la definición son lindas anécdotas pero no mucho más. Pero luego está Fedón, un diálogo muy bueno que trata la inmortalidad del alma, la muerte de Sócrates y es narrado por un Aquiles malherido de corazón. No se que más quieren. Obvio que del Platón tardío que tiene un efecto mayor en los siguientes casi dos mil años no vimos casi nada, ¿que esperaban? ¿Coherencia?

Post Platón, tenemos Aristóteles. Aristóteles se acerca más a mi idea de lo que debería ser un filósofo, alguien que desarrolla un sistema de pensamiento elaborado y sintético. Nos enfocamos, como era de esperarse, en su metafísica, pero eso no le quita prestigio alguno. Por último y muy por arriba, los latinos Sexto Empírico -un escéptico muy importante- y Plotino, un neoplatónico que tendría un impacto notable en la filosofía posterior con su sistema henológico.

Ética

Ética prácticos y ética teóricos son dos universos distintos, siendo prácticos (al menos el que yo seguí) más clásico -se atiene más a la definición clásica de ética- y teóricos algo más contemporáneo y enfocado en la subjetividad y la política. 

En teóricos, primero vimos a Kant y su Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres. Libro maravilloso que se sufre como si te arrancaras las uñas con los dientes. Luego, Nietzsche. Desprecio con mis tripas a Nietzsche, me parece una mala excusa de filósofo. Pero esa es una opinión muy irrisoria y que demanda un comentario más largo luego de una lectura general de su pensamiento. Después Adorno y un poco de Horkheimer. Escriben feo, no se les entiende mucho, son igual o más falopa que Nietzsche, pero logran al menos críticas algo convincentes de las cosas. Luego, Foucault. Foucault es la hostia. Lectura: fácil. Conceptos: simples y sólidos. Crítica: buena. Todo bien con ese dolape. Por último Butler. Si bien no me gusta como escribe, sus conceptos de performatividad y precaridad/precariedad son bastante respetables.

En prácticos fue primero la ética de la virtud de Aristóteles -medio fría, pero bastante simple y comprensible-. Luego, la metaética de Hume, ética emocional también llamada. La razón por la que (para mí) poseemos ética. Por último, Mill. Liberalismo de izquierda bien marcado, un principio de la utilidad bastante sólido. Una preocupación para con los demás notable. Íbamos a ver McYntire, pero quedó fuera, tristemente.  

Lógica

Aquí no hay mucho que decir. Hace poco murió el maestro de mi cátedra, Oller, con quien solo tuve un par de clases. Buen tipo. Tuve lógica proposicional en un momento, y luego de predicados. Nada muy difícil, nada muy profundo, nada muy elaborado, francamente fácil y entretenido incluso.

Historia de la filosofía medieval

Esta y la que sigue fueron las mejores materias de este año. Toda una sorpresa, porque debe ser de las filosofías más infravaloradas la medieval. La materia se dividió en dos fracciones temáticas: el platonismo católico y el aristotelismo islámico. A su vez, por comisión vi al peripatético más importante: Tomas de Aquino y su ontología aristotélica: De ente et essentia. Un texto que sufrí mucho, pero que estoy feliz de haber leído por el desafío que fue.

El primer recorrido fue uno signado por el impacto de las doctrinas de Platón y los distintos movimientos platónicos posteriores, sobre todo la henología neoplatónica de Plotino. El primero fue el judío alejandrino Filón, y su análisis del Génesis desde la República y el Timeo. Luego, el comentario crítico de la filosofía griega de Clemente de Alejandría. Seguimos con el orador romano y disertante del Concilio de Nicea, Cayo Mario Victorino, impactado por la filosofía de Plotino, argumentando en pos de la Trinidad como las tres hipóstasis y los cuatro predicados negativos y como se aplican a Dios. Luego, el Doctor de la Cristiandad: San Agustín, influido por Victorino, Plotino y Cicerón, su polémica con el mal, Dios como totalidad y las Ideas como categorías metafísicas pensadas por Dios. Luego, pseudo Dionisio Areopagita, su filosofía inspirada por Proclo, alumno griego del neoplatonismo, y su postulado de Dios como superior a la negación y afirmación, como hyper. Luego el irlandés del renacimiento carolingio: Juan Escoto Eriúgena, inspirado por Dionisio y las Nupcias de Marciano Capela, creación como proceso dividido en tres partes, Dios creando para conocerse, Dios como superioridad. El Liber da Causis, fraccionamiento de los Elementos Teológicos hecha por los musulmanes para completar la metafísica aristotélica: el Ser como lo primero, seguido del pensamiento y el alma, pero suficiente para crear. Y por último, el gran maestro místico, Meister Eckhart. Dios como ser, las demás entidades como no ser, Dios como unidad que supera toda contradicción negativa, la pobreza del espíritu para poder llegar a la divinidad (spoiler para los que me siguen en Twitter, nombraré esto un poco en mi análisis de Colina Silenciosa 2).

En el mundo islámico, el recorrido fue las tres grandes A:  Alfarabi, Avicena, Averroes. Alfarabi crea un sistema de la creación y el funcionamiento de la sabiduría que bebe tanto de Aristóteles como Plotino. Avicena, creador del tratado de medicina usado por Occidente y Oriente por unos 700 años, crítico y divulgador excelso de la metafísica aristotélica. Y por último Averroes, de quien recibimos casi todo el corpus aristotelicum, traducido y comentado. Pero de quien vimos su tratado de polémica con el kalam -teología islámica- y vínculo con la religión.

Pensamiento Argentino y Latinoamericano

Mi segunda materia favorita del año. En esta lo que se ve es la historia del ámbito intelectual nacional (y cada tanto internacional) y la respuesta que distintos autores en el tiempo dieron a la pregunta: ¿qué es la Argentina? ¿cuáles son sus problemas? O, yendo a lo internacional (aunque solo vimos un autor), Perú. Aquí haremos un ranking. De cuajo, porque acá me permitiré desperdiciar gente. No tiene mucho sentido enojarme con la política de Platón o la de Aristóteles porque: A, Atenas no es una ciudad estado independiente ya, B, no soy griego, y C, Grecia hoy día tiene más en común con su vecina norteña Macedonia del Norte que con la Grecia de antes de Cristo. Pero lo que dice Sarmiento sigue vivo, me guste o no.

En el fondo del ranking, Lugones. Falopero fascista, que prácticamente postulaba la apropiaciòn cultural del gaucho para controlar a las masas y que se volvió en la pluma de los sectores más derechistas argentinos solo para fracasar y luego suicidarse. El nivel de ridiculez de lo que dice en El payador es tan alto que llamar semejante libro "contribución intelectual" o "obra cumbre del canón intelectual argentino" es insultante, para el intelecto y el canon. Subiendo un poco, pero aun lo desprecio, Alberdi. No solo que está igual de cancelado que Sarmiento por sus posturas anti gauchas e indias y que cree ilusoriamente que abrir el mercado nos va arreglar todos los problemas (si en algún momento se preguntaron porque los libertarios lo reclaman, es por esto), sino porque entre el sanjuanino y el tucumano la gran diferencia es el tipo de liberalismo al que se atienen. Si bien Dominguito es un hipócrita en su sistema de creencias, al menos parece que tiene uno. Alberdi quiere traer los inmigrantes anglo-germanos, "gajos de la civilización" para que crezca acá la civilización, pero lo que en verdad quiere es que laburen. Solo quiere mano de obra porque se atiene a la "educación por las cosas" de Rousseau (una idea estúpida si las hay, aunque también es la versión comunicada por Alberdi). Puede que la idea de estado liberal de Sarmiento se contradijera con lo que hará luego Sarmiento, pero al menos parece atenerse al idealismo liberal y no querer hacer un país que en el fondo parece más un emprendimiento económico.

Subiendo un poco, Sarmiento. El Facundo es un texto hecho de odio. Irradia odio. Es pesado. Si no fuera por la buena prosa que tenía el futuro presidente del país, sería ilegible. Para mi Sarmiento es prácticamente culpable de lo que sin asco llamaría, si no un genocidio, un crimen de lesa humanidad contra él. Las semillas de esto están en el Facundo. Luego, el Dogma Socialista de Etcheverría. Del que tengo opinión neutra porque leí verdaderamente poco de él y nunca nos enfocamos mucho en el texto.  De ahí saltamos a Las Multitudes Argentinas del positivista Ramos Mejía. Juguemos al doctor Utonio: agarren positivismo metodológico Spenceriano, agréguenle las ideas casi contratistas de Maquiavelo, la psicología de las masas de Le Bon y un poco de conservadurismo argentino. Eso es el libro de Ramos Mejía. ¿Está cancelado? Pero más vale, es un tecnócrata racista. Pero su crítica al Facundo no es un viaje de falopa tan intenso como el de Lugones sino una crítica bastante sentada basada en el reconocimiento y el reconocimiento de la masa popular como fuerza que se autodirige salvo cuando el líder adecuado aparece.

Los tres libros siguientes son los que me gustaron realmente. El primero es La Argentina y el Imperialismo Británico. ¿Saben quien puso de moda el odio a la oligarquía liberal? Un par de hermanos fascistas terratenientes. La vida está llena de maravillosas contradicciones, esta es mi favorita. Como casi todos los libros del canon argentino, es una discusión con el Facundo. Este da vuelta casi binariamente la ecuación. Pasamos de civilización anglogermana liberal bueno a patria hispanoamericana católica bueno. Rosas ya no es un tirano o un imán de las masas sino alguien que defendió el ser nacional y Rivadavia y todos los amiguis exiliados de Sarmiento una manga de forros.  La gran diferencia es que la cantidad de fundamentos, de datos casi mínimos que dan los Irazusta son el summun del carpetazo. Quizá no salga convencido de que Rosas fue lo mejor que le pasó al país, pero sí que los unitarios y los del '37 eran una manga de garcas hijos de puta preocupados por sus negocios más que cualquier otra cosa. Luego está la Radiografía de la Pampa. Un análisis pesimista del país basado en Nietzsche, Bergson y Freud del país hecho por Martinez Estrada, en el que la Argentina es un país que vive en una neurosis provocada por una negación de la realidad y es el resultado de la violación de la india a manos del conquistador español. Es heavy metal, a veces la pifia con fuerza o manda análisis falopa (que parte de Nietzsche no entendieron mis niños). Pero es la crítica más irrisoria al relato Sanmiertino/oligárquico del país. 

El oro se lo llevan 7 ensayos sobre la realidad peruana de Mariátegui.  No soy peruano ni se la historia de la patria hermana, así que no me siento completamente habilitado para hablar mucho del libro. Lo más que puedo decir es que un gran texto, un análisis sociológico muy profundo. El mestizaje de indigenismo y marxismo clásico da por resultado un hito intelectual continental como del marxismo.  

Fundamentos de la Filosofía

Con Fundamentos me pasa algo distinto que con algunas series como TNG o Gurren Lagann. En vez de disfrutarla mientras la hacía y pensar cada vez con menos afecto sobre ella con el paso del tiempo, me pasó al revés. No me gustó mucho cursarla y ahora la recuerdo gratamente. La primer unidad fue el lenguaje. No me convence Whorf mucho, pero si el análisis de su teoría y su vínculo con el lenguaje machista que nos dio la cátedra como agregado. Lakoff si me gustó bastante, hice mi trabajo sobre él. La siguiente unidad fue conocimiento. Se trató de una crítica feminista y de estudios de raza y poscoloniales a las teorías epistemológicas y la formación de conceptos en la sociedad occidental. Como eso me gusta, me gustó la materia. La tercer unidad fue sobre la filosofía de la mente. Primero vimos la máquina de Turing, luego como Searle prendía fuego la máquina de Turing con la habitación china, luego a Batman -es decir, Nagel y su pregunta por el ser murciéalgo- y por último el insufrible quinear qualias de Qennet, o Dennet. 

La cuarta unidad fue sobre la responsabilidad moral y el libre albedrío. Me gustó, pero muy bien no fue, lo que me sorprendió porque disfrute haciendo el ensayo correspondiente. Luego la de arte y artefactos técnicos. Que no me gustó mucho porque no me gusta estar medio día leyendo un texto de porqué el orinal dado vuelta de Duchamp o las cajas Brillo son lo mejor que le pasó al arte desde las Venus de Willendorf. Pero la parte de la ontología de los artefactos técnicos me gustó mucho. La sexta y última iba de la filosofía como cosa, era filosofía de la filosofía, metafilosofía. Y me permitió un análisis más libre.


El año que viene presenta un universo de posibilidades muy amplio. Traduciré textos para un profesor de filosofía medieval. Y las materias que cursaré son: Filosofía Moderna, Historia social de la Ciencia y la Técnica, Teoría y Análisis Literario, Filosofía Contemporánea, Filosofía del Derecho y Filosofía de las Ciencias.   

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